Estilos de liderazgo
Se pueden observar los vínculos entre los comportamientos de tarea y de relación del líder y la disposición del los seguidores.
El estilo explicativo: brinda instrucciones claras y específicas. Puesto que los subordinados no pueden o no quieren realizar la tarea, se necesitan instrucciones específicas y una supervisión estrecha. Es decir, el líder dice a los subordinados qué hacer y cómo realizar las diversas tareas.
El estilo de convencimiento: ofrece al mismo tiempo comportamientos de tarea y de relación. Es probable que sea efectivo cuando los seguidores están dispuestos a realizar las tareas, pero de todos modos no pueden hacerlas. Este estilo estimula la comunicación en dos sentidos entre el líder y sus seguidores, y contribuye a que los subordinados ganen confianza en su capacidad de llevar a cabo las tareas.
El estilo participativo: exige que el líder mantenga comunicación en dos sentidos y que estimule y respalde a los subordinados en el uso de sus habilidades. Parece funcionar mejor cuando los subordinados pueden realizar las tareas, pero no se hallan completamente seguros de su capacidad de hacerlas.
El estilo de delegación: Brinda pocas conductas de tarea o de relación, porque los subordinados tienen autoridad para tomar decisiones. Son ellos quienes deciden cómo y cuándo hacer las cosas, y también saben cómo realizarlas. Cuando los seguidores pueden realizar las tareas, están dispuesto a ello y tienen confianza en que pueden hacerlas, es más adecuado una conducta de liderazgo con un estilo de delegación.